En el pasado Campeonato de Europa sub15 y sub17, que se celebró en Burdeos (Francia), tres de los seis jugadores del equipo nacional pertenecían al Real Club Náutico de Tenerife. Aprovechamos este hecho para conocer más de cerca su modus operandi con esta entrevista a Samuel Sosa, coordinador deportivo de la sección de squash y frontenis del RCNT y Head squash coach.

1. Tres de los seis participantes eran del RCNT, supongo que es una satisfacción para el club y el equipo.
Sin duda, es una enorme satisfacción. Ver que la mitad del equipo nacional estaba formado por jugadores de nuestra escuela es un logro muy importante, tanto para ellos como para todo el club. Es un reconocimiento al trabajo que venimos haciendo desde hace años y una motivación para seguir en esta línea. Para mí, como entrenador, es un orgullo personal que tres de mis alumnos hayan representado a España en un Campeonato de Europa de selecciones, hay mucho trabajo detrás con cada uno de ellos.

¿Cuáles son las claves para tener tantos representantes?
Creo que una de las claves está en el formato de nuestra escuela. Tenemos jugadores de todos los niveles y con diferentes objetivos, y siempre intentamos crear un entorno donde todos se ayuden entre sí, independientemente de su nivel o edad. Esto favorece una cultura de equipo muy sana, en la que cada uno aporta desde su lugar.

¿Cuántos jugadores tenéis actualmente?
Actualmente contamos con cerca de 50 jugadores júnior en activo. Es un grupo muy diverso en cuanto a edades y niveles, lo que nos permite trabajar con una perspectiva muy rica y adaptada a cada etapa del desarrollo deportivo. A parte, también tenemos varios jugadores masters y absolutos.

¿Cómo trabajáis con los chavales?
Nuestro enfoque es muy completo. En pista, me encargo personalmente de los aspectos técnicos y tácticos, así como de organizar sesiones específicas según el nivel y los objetivos de cada jugador. Fuera de la pista, mis compañeros se encargan de la preparación física y la prevención de lesiones, con sesiones en grupo para todos los jugadores de la escuela. Esto es especialmente importante, ya que algunos también compiten en squash y frontenis, y mantener una buena base física es clave para que puedan rendir al máximo y mantenerse sanos durante toda la temporada. Además, tenemos una relación muy cercana tanto con los jugadores como con sus familias. Nos importa tanto formar buenos jugadores como buenos deportistas, y por eso valores como el respeto, la disciplina y el trabajo son fundamentales en nuestra escuela. También es fundamental el apoyo que recibimos por parte de nuestro club, que nos facilita los recursos necesarios para formar a los jugadores, competir fuera de la isla y seguir creciendo como escuela. Su respaldo es clave en muchísimos aspectos.

¿Cuáles son los objetivos que tenéis?
Nuestro objetivo principal es que todos los jugadores del club disfruten con el Squash y crear una buena cantera. A corto plazo, buscamos que sigan creciendo a nivel competitivo, pero siempre con la vista puesta en el largo plazo ya que queremos formar deportistas que disfruten del proceso, que estén preparados para competir al más alto nivel si así lo desean, pero que también salgan de esta etapa con valores y aprendizajes que les sirvan para toda la vida.

También habrá dificultades.
Sí, por supuesto. Siempre hay momentos difíciles: lesiones, bajones de motivación, dificultades para compaginar estudios y entrenamientos… No es nada fácil ya que tenemos un grupo muy grande de jugadores, pero ahí es donde el entorno que hemos creado nos ayuda mucho a superar estos baches. Somos un equipo y trabajamos juntos para afrontar esos momentos, con comunicación, empatía y apoyo constante. Las dificultades son parte del camino, y también una oportunidad para crecer. Hace poco, en plena etapa de preparación para los Campeonatos de España, tuvimos que entrenar durante casi dos meses fuera de nuestro club en pistas públicas debido a la imposibilidad de usar nuestras instalaciones. Fue un reto importante a nivel logístico, tanto para los jugadores como para sus familias, pero supimos adaptarnos y el trabajo en equipo se vio reflejado en los excelentes resultados a nivel nacional. Una de las dificultades más importantes que enfrentamos es la distancia, no solo por lo que nos supone económicamente para desplazarnos sino que también al vivir en Tenerife, para asistir a cualquier campeonato en la península debemos volar un mínimo de tres horas, y muchas veces eso implica escalas o trayectos largos en coche. Nuestros jugadores ya llegan a competir con un desgaste considerable, por lo que la motivación y las ganas con las que lo afrontan son fundamentales. Creo que esto es algo que merece ser reconocido y aplaudido, no solo en nuestros jugadores, sino en todos los canarios que compiten fuera.

¿Algo más que quieras compartir con el squash nacional?
Quiero hacer un reconocimiento especial a mis compañeros David, Carmelo y Juan, que siempre me acompañan en los viajes y me apoyan en el trabajo con la escuela. Sin ellos, nada de esto sería posible.También quiero felicitar a todos nuestros júniors, que son verdaderos trabajadores natos. Entrenan con muchísimas ganas, siempre dispuestos a mejorar y a confiar en lo que les propongo.
Animo a todas las escuelas a seguir formando y apoyando a jugadores de todos los niveles, no solo a los más talentosos o centrados en la competición. Creo sinceramente que la clave para que este deporte y las escuelas crezcan está en ser muchos jugadores, disfrutar del squash y apoyarnos entre todos.

Fotos cedidas por Samuel Sosa